EL CAMBIO CLIMÁTICO DESTACA LA DIFERENCIA ENTRE CABLES RESISTENTES AL AGUA Y IMPERMEABLES
Resistente al agua versus impermeable: es un matiz que normalmente solo se tiene en cuenta cuando se habla de ropa o incluso del teléfono móvil o una cámara, pero como resultado del cambio climático aumentando los niveles del mar, es ahora también, según un articulo de Newsweek, un factor a tener en cuenta para los operadores de redes de telecomunicaciones. El artículo cita un estudio de la Universidad de Wisconsin que dice que millones de metros de cable serán sumergidos en los próximos 15 años, un factor que no se consideró cuando se instalaron hace más de 20 años.
Puede que no haya una gran diferencia, pero los materiales utilizados para fabricar un cable totalmente impermeable que se puede sumergir en agua salada son muy diferentes de los de un cable sujeto solo a una inmersión ocasional. El polietileno (PE), de calidad para ductos, a menudo se recomienda incluso para un cable parcialmente introducido en el agua (por ejemplo, en conductos que no drenan por completo). Los materiales como el PVC (cloruro de polivinilo) son permeables y, por lo tanto, no son adecuados en terrenos con agua. Sin embargo, hay que añadir no solo el hecho de que está permanentemente en el agua, sino que el agua es salina y necesita un tipo de protección de cable completamente diferente.
El estudio dice de que 4.000 millas de cable están en riesgo solo en los Estados Unidos a causa del aumento del nivel del mar, que afecta a ciudades como Miami, Nueva York y Seattle. No se trata solo de cables de fibra óptica, sino también de alimentación, que afecta desde edificios hasta señales de tráfico, es decir, todo lo que se construye en la costa. El efecto en cadena cuando estas conexiones no pueden comunicarse con la red más amplia y con otras ciudades, crearía un problema aún más amplio. La infraestructura del cable es una parte fundamental en la vida de las personas, ya que cortar la vía de comunicación en situaciones como el Huracán Catrina destruyendo Nueva Orleans, puede significar que la gente no reciba la ayuda necesaria.
Si bien los cables tienen una vida útil anticipada de aproximadamente 25 años, a menudo funcionan durante mucho más tiempo. Aparte del coste del trabajo, sería un enorme ejercicio logístico reemplazar o reencaminar los cables bajo tierra, creando una interrupción sobre el suelo también a medida que se realizan las obras. Múltiples departamentos municipales y compañías privadas necesitarían coordinar esfuerzos, lo cual normalmente no es un éxito. Por supuesto, el estudio solo analiza los Estados Unidos, pero el impacto del aumento del nivel del mar afecta a países como el Reino Unido, los Países Bajos, América Central y gran parte del subcontinente indio y asiático propensos a las inundaciones.
Los niveles del mar cambian de imperceptiblemente año tras año, pero ciertamente es algo que se debe tener en cuenta cada vez que se reemplazan cables o se instala una nueva infraestructura: desde el punto de vista de los mismos, a menos que las cosas cambien drásticamente, no tendrán otra vida útil sin poner antes a prueba su resistencia al agua.