El Aeropuerto de Gatwick experimenta grandes dificultades para proporcionar información de los vuelos después que un cable dañara el flujo de información
Trabajando en el mundo del cable, nos gusta cuando la industria en general reconoce lo importante que son los cables para su empresa, pero un cable dañado apareció en los titulares de las noticias de ayer, demostrando como de importantes son estas conexiones invisibles. El Aeropuerto de Londres Gatwick gestiona más de 45.6 millones de pasajeros cada año en más de 282.000 vuelos y, la gran mayoría, van y vienen como si de una máquina bien engrasada se tratase. Antes de pasar por el control de pasaportes y mirar los tableros de información de vuelos para saber cuánto tiempo tienen antes de que deban dirigirse a la puerta de embarque, las personas que se dirigen hacia las salidas, miran las pantallas para informarse sobre las puertas donde deben embarcar. Ayer, sin embargo, no funcionó tan bien.
El lunes 20 de agosto, estos paneles de información de vuelo tan importantes se quedaron en blanco durante más de ocho horas después de un fallo de TI (Tecnología de la Información). Inevitablemente, hubo pasajeros que perdieron su vuelo y el aeropuerto tardó mucho en hacer declaraciones y decir que no se cancelaron vuelos debido al caos de datos. El personal del Aeropuerto de Gatwick manejó la situación de la única manera que supieron: altavoces y una pizarra blanca grande y rotuladores para transmitir la información recibida a través de sus radios. Decenas de miles de pasajeros se vieron afectados, donde en nuestra era digital, se vieron obligados a ser 'analógicos', algo a lo que ya no estamos acostumbrados.
¿Cómo pasó esto? Se trataba de un cable de fibra óptica, enterrado bajo tierra, el que se encontraba en el circuito del problema, y podrían ser varias las causas de la afectación al cable para que este dejara de funcionar. Estos cables trenzados de fibra de vidrio utilizan ondas de luz para enviar datos a lo largo de su longitud y, a pesar de estar revestidos con materiales robustos como los compuestos de baja emisión de humos y sin halógenos (LSZH) resistentes a los rayos UV y estables, y con la opción de blindaje a través de cables de acero o cinta de acero corrugado, siguen siendo relativamente delicados para un flujo de información tan importante. Un cable de fibra óptica con armadura de alambre de acero podría enterrarse directamente en el suelo, pero es más probable que estuviera en los conductos, lo que facilita el acceso continuo. El blindaje protegería el cable en caso de que fuera golpeado accidentalmente por una pala u otro objeto, pero si es movido por un motor mecánico, entonces ningún blindaje será capaz de evitar que el cable se dañe. Es probable que el cable en sí tenga protección contra roedores en forma de hilo de vidrio enrollado alrededor, el cual no impide que las ratas mastiquen el cable en primer lugar, sino que está diseñado para evitar que alcancen el tubo interior y las propias fibras. Asimismo, puede ser que con el tiempo puedan abrirse y dañar las capas internas. Otra posibilidad es que haya fallado el punto de conexión. Las uniones y terminaciones siempre serán el punto más débil de un circuito, y la terminación de las fibras es un asunto delicado, mucho más que un cable de cobre estándar.
Sea cual sea el problema, los contratistas trabajaron arduamente para que el cable de fibra óptica en cuestión se reparara y volviera a funcionar, con la alimentación de datos en las pantallas una vez más (después de un reinicio del sistema) alrededor de las 17 horas. La noticia positiva fue que, una vez se restauró la transmisión de datos, las actividades habituales volvieron a ser relativamente rápidos y, por suerte, ninguno de los sistemas críticos se vio afectado: el control de tráfico aéreo continuó recibiendo la información sobre los movimientos de vuelo y la iluminación del aeródromo continuó recibiendo energía. Sin embargo, lo que sí hace es señalar cómo, en nuestra era digital de información de acceso instantáneo, una sola longitud de cable puede ser clave para las operaciones diarias de un servicio de infraestructura tan importante.