Hambre de datos: la garantía de futuro de los centros de datos
Estamos constantemente enganchados a nuestros smartphones y ordenadores, consumiendo y creando grandes cantidades de datos. Pero, ¿se ha parado alguna vez a pensar donde se guarda toda esta cantidad de datos? Si los datos son el corazón de nuestra sociedad basada en la tecnología, entonces los centros de datos son el cerebro. Estos centros enormes son cada vez más vitales en cuanto a la forma en como vivimos actualmente, así como para la forma en que están siendo diseñadas y construidas. Ser capaces de proporcionar infraestructura fiable para poder procesar más datos es un hecho clave para cumplir las necesidades de las futuras generaciones de los centros de datos.
Creemos en los centros de datos para que los clientes obtengan un servicio eficiente y accesible en la mayoría de nuestros servicios digitales. Pero como los smartphones, la capacidad de almacenamiento de los centros de datos se acaba y la tecnología, cada vez más moderna, está constantemente en desarrollo para sustituir a la antigua. Las nuevas tecnologías como la computación en la nube (cloud computing en inglés) están creando nuevos retos para los centros de datos del futuro.
La optimización de la eficiencia energética está tomándose aún más en consideración, con más y más hambre de datos para conseguir un acceso más rápido a la energía. Las innovaciones en esta área están haciendo uso de sistemas de aprendizaje automático para entender donde hay que hacer cambios para mejorar en los sistemas de centros de datos. Empresas como Google han utilizado el aprendizaje automático para ahorrar energía en sus centros de datos.Mientras que estos ahorros parecen insignificantes sobre el papel, cuando se aplican a decenas de miles de servidores, suponen un enorme ahorro de costes.
Las innovaciones en infraestructuras de energía también están creando el potencial para un uso más eficiente de la energía, lo que allana el camino para que los centros de datos se vuelvan una garantía de futuro en contra de nuestro constante impulso de consumo de datos. Los cables utilizados por los centros de datos deben satisfacer las demandas de los requisitos digitales actuales del consumidor, con rapidez y fiabilidad a la vanguardia del problema. Los cables deben ser flexibles, resistentes a las interferencias electromagnéticas y a menudo resistentes al fuego para evitar daños en el equipo en caso de emergencia.
Cada vez más, los centros de datos están recurriendo a las energías renovables con la visión de ser más auto sostenibles. Además de ser más atractivos para los clientes que desean utilizar sus servicios, los centros de datos pueden obtener beneficios de costes, ya que los precios al por mayor de la energía renovable se vuelven más competitivos con los combustibles fósiles. También son capaces de asegurar contratos de compra de energía a más largo plazo con desarrolladores de plantas eólicas o solares, lo que les puede dar un precio fijo por la duración del contrato y protegerlos de la volatilidad del mercado.
Los consumidores tienen hambre de más y más datos, y los quieren más rápido que nunca. Los centros de datos, como el que se ha propuesto construir en el suroeste de Escocia, pueden garantizar el futuro de sus sistemas de red y proporcionar un servicio fiable a sus consumidores. Nuestra necesidad de datos sólo aumentará, lo que significa que la necesidad de que los centros de datos se vuelvan más eficientes y confiables sólo va en una dirección.