Noruega está construyendo un túnel hacia condiciones de navegación más seguras con el túnel Stad Ship
Noruega ha anunciado sus planes para la construcción de un túnel de 1700 metros para poder atravesar la península. El túnel estará situado en el punto más estrecho de la península y ayudará a los barcos a evitar el traicionero mar Stadhavet.
Durante años, los barcos que han transitado por la zona han sido asediados por fuertes corrientes causadas por la topografía submarina, el viento, las tormentas y fuertes oleadas causadas por la combinación de estos elementos. Los viajes en este mar siempre han sido duros, causando retrasos y comprometiendo la seguridad.
El nuevo túnel cortará por la parte más estrecha de la península y con 36 metros de largo y 49 de alto, será un gran reto de ingeniería. Aunque no es el primer túnel o canal en el mundo para el pasaje de barcos, sí es el primero que permitirá el paso a través de roca sólida a cruceros y buques de carga de hasta 16000 toneladas. La localización fue escogida no solo porque ese es el punto más estrecho de la península, sino también porque las condiciones del agua son suficientemente seguras como para permitir que los barcos usen el túnel en la mayoría de condiciones meteorológicas.
Su principal objetivo es aumentar la seguridad y mejorar la regularidad de paso reduciendo los retrasos de los buques comerciales, pero también estar abierto a barcos de ocio más pequeños, mejorando el tiempo de viaje entre las ciudades noruegas y los pueblos de la zona. Se prevé que podrán pasar hasta cinco barcos cada hora por el túnel, ya que cada uno tardará aproximadamente 10 minutos. Para evitar que el tráfico se congestione, los barcos recibirán un intervalo de tiempo des del centro de tráfico parecido al control aéreo o bien se implementará un sistema de semáforos.
Se estima que la construcción empiece en 2019. El plan implica explosionar 8 millones de toneladas de roca sólida usando técnicas de explosión convencionales que utilizan equipos de perforación subterránea y palés. La estructura del túnel será parecida al de un gran entrada en la montaña, mientras que la parte superior será construida de la misma forma que los túneles de carretera. Se usará un método de explosión con palés, lo que significa que la construcción se hará hacia abajo capa por capa.
Este tipo de trabajo requiere cables que puedan operar en entornos duros, incluyendo agua salada y temperaturas bajas, y que soporten acción mecánica. Deben de ser cabes de construcción robusta para asegurar que reducen el riesgo de fallos y así evitar costes y comprometer la seguridad.
El coste estimado del proyecto es de 2.7 billones de coronas noruegas y se prevé su finalización en 2023.
Crédito de la imagen Norwegian Coastal Administration