La ciencia ficción se convierte en hechos científicos: energía solar desde el espacio
Un concepto concebido por el escritor de ciencia ficción Issaac Asimov en 1941 podría hacerse realidad gracias al gobierno y a la Agencia Espacial del Reino Unido. Recientemente han iniciado investigaciones sobre la manera de reenviar la energía solar del espacio a la Tierra como fuente de energía sostenible. Las estaciones espaciales de energía solar (SBSP) captarían la energía solar emitida por el sol que no llega a la Tierra y la reenviarían mediante láseres para satisfacer la demanda de energía. Se cree que la energía podría reenviarse a cualquier lugar del planeta, excepto a los polos, según la Agencia Espacial del Reino Unido.
Esta investigación la dirige la firma Frazer-Nash, una empresa con experiencia en los sectores espacial, energético y aeroespacial, que estudiará la viabilidad de las estaciones, la ingeniería necesaria y la posibilidad de abaratar la energía para los consumidores. También colaboran con Oxford Economics, que tiene una experiencia significativa en el sector espacial y proporcionará una solidez y profundidad adicionales al área de evaluación económica de este estudio.
El gobierno británico asegura que está dedicando «nuevos recursos económicos y atención» a «ideas radicales para reducir el calentamiento global». La ministra de Ciencia, Amanda Solloway, declaró: «Un sistema espacial de energía solar podría proporcionar energía a todos, incluso en lugares que no reciben luz solar durante todo el año, como el Norte de Europa y Rusia. Hablar de estaciones solares espaciales puede parecer ciencia ficción, pero podría generar una nueva fuente de energía completamente nueva para el Reino Unido, al mismo tiempo que nos ayudaría a reducir nuestras emisiones y superar nuestros objetivos contra el cambio climático».
Las nuevas estaciones espaciales propuestas se añadirían a los 3386 satélites existentes (en cifras de 2020) y a las más de 23.000 piezas de «basura espacial» (8000 toneladas métricas) que están actualmente en órbita alrededor de la Tierra, pero podrían proporcionar una fuente valiosa de energía «limpia» para sustentar la demanda de energía en crecimiento. Las misiones tripuladas a Marte y el turismo espacial también se están haciendo realidad. Está claro que la ciencia ficción se está convirtiendo en hechos científicos.