Los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Pacto Mundial de las Naciones Unidas: nuestra hoja de ruta para alcanzar la sostenibilidad y un camino para la industria

Desde las emisiones de carbono y la economía circular hasta el valor social.

Ya en 2020 recopilamos nuestro primer informe sobre sostenibilidad completo, cuyos resultados constituyeron la base de nuestros Objetivos Basados en Ciencia verificados y nuestro compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Trazaba el curso de nuestras actuaciones hasta la fecha y nos encaminaba hacia la consecución del objetivo cero emisiones antes de 2050.

Lo que quizá se haya añadido desde aquel primer informe es lo mucho que ha crecido la industria en su conjunto desde entonces. Inicialmente se centró en el ODS 13: Acción por el clima, pero ahora es más que eso, ya que reconoce el valor de las actuaciones ESG más generales. Ahora se incluye en casi todas las licitaciones y requisitos de proveedores preferentes, con datos sobre las emisiones de carbono incorporadas, las emisiones operativas de toda la cadena de suministro y la presentación de informes sobre el impacto social y la acción comunitaria.

¿Cómo enfocamos esto y qué puede aprender la industria para orientar su propio recorrido hacia la sostenibilidad?

Primero, el marco

Al principio puede parecer un ejercicio innecesario que conlleva mucho tiempo cuando sería preferible estar haciendo cambios importantes, pero garantizar que el marco de gobernanza reflejase nuestras buenas prácticas y lo que éramos como empresa en la actualidad fue una de nuestras mejores iniciativas. Nos permitió alinear lo que hacemos con la forma en que nos presentamos sobre el papel y en las políticas para las partes interesadas y analizar de forma objetiva el tipo de empresa que queríamos ser. En muchos casos ya íbamos por el buen camino, pero no habíamos llegado a comunicarlo del todo.

En muchos sentidos, se trata de establecer una base de referencia: hasta que no lo haces y entiendes dónde estás en ese momento, no puedes trazar un rumbo de mejora porque no puedes cuantificarlo. Desde luego, no se puede innovar de forma eficaz, algo en lo que hace hincapié el ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura).

Curiosamente, aunque hay más de 8000 empresas registradas oficialmente en el sitio de la iniciativa de Objetivos Basados en Ciencia (SBTi), las pruebas que se han realizado inicialmente revelan que solo entre el 15 % y el 20 % de las empresas que se han fijado objetivos de 1,5 grados cuentan con las estructuras de gobernanza necesarias para alcanzar dichos objetivos.

Una victoria (más o menos) fácil: la energía renovable

Ahora bien, esto tiene un coste, ya sea por el pago de tarifas de energía ecológica o por la inversión en su propia infraestructura energética con la instalación de paneles solares y soluciones de almacenamiento en batería, pero puede ayudar a transformar las emisiones de alcance 2. Se calcula que el sector industrial emite el 25 % de las emisiones directas de CO2, pero que las tecnologías de descarbonización relativas a la electrificación y la energía ecológica podrían reducir esas emisiones entre un 40 % y un 100 % en procesos de alto consumo energético.

No hace falta que hablemos maravillas sobre los beneficios de la energía ecológica en comparación con los combustibles fósiles tradicionales, ni tampoco del cambio en el panorama energético mundial, ya que estamos viendo cómo ocurre a nuestro alrededor.

Para nosotros, cumplir el ODS 7 (Energía asequible y no contaminante) del Pacto Mundial de las Naciones Unidas ha supuesto una inversión en los paneles solares situados en los tejados de nuestras instalaciones que se calcula que podrán generar el equivalente a nuestro consumo anual de electricidad. Esta energía se utiliza en nuestros centros, las instalaciones, los equipos y las baterías, así como en nuestras furgonetas eléctricas. El excedente se inyecta en la red. Pero también nos da seguridad energética en una época de subidas de precios e inestabilidad internacional, por lo que, además de ecológico, es económicamente rentable.

Tomar el control de la logística

La Agencia Europea de Medio Ambiente prevé que, a menos que se tomen medidas, la logística y la gestión de la cadena de suministro constituirán hasta el 40 % de las emisiones mundiales de dióxido de carbono en 2050.

Hasta finales de 2021, nuestra logística estaba gestionada por empresas externas, lo que suponía que todas las emisiones de carbono asociadas entraran en el alcance 3; pero eso también implicaba que no teníamos control sobre la elección de combustibles o rutas. Optar por invertir en una flota propia de vehículos pesados y vehículos eléctricos con conductores propios aportó ventajas al servicio de reparto que prestamos a nuestros clientes, pero hizo que las emisiones entraran en nuestro alcance 1.

En la actualidad, con más de 50 vehículos pesados y conductores, si no hubiéramos tomado medidas se habría producido un aumento considerable de nuestras emisiones operativas, amplificado aún más por el hecho de que nuestra empresa ha crecido de forma considerable desde que se fijó el Objetivo Basado en Ciencia de referencia que se establece en el (ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico). El principal cambio consistió en pasar a utilizar combustibles sostenibles HVO (aceite vegetal tratado con hidrógeno), que ofrecen una reducción del 90 % de las emisiones de CO2 en comparación con el gasóleo, colocando un depósito de combustible de 100 000 litros en las instalaciones. Se trata de una medida que va en consonancia con otras iniciativas de la UE para impulsar el uso de biocombustibles, como ReFuelEU Aviation, un nuevo reglamento cuyo objetivo pasa por que las aerolíneas europeas utilicen un 70 % de combustible sostenible en 2050. Sí, a menudo el precio es superior al del gasóleo, pero hemos tomado la decisión de no repercutir estos costes en los clientes; es nuestra decisión ser conscientes de nuestra huella de carbono y todo forma parte del servicio que ofrecemos a nuestros clientes.

Como suele ser habitual, conseguir reducir las emisiones en un área puede animar a querer hacer aún más, así que, a medida que la flota crecía, aumentaban los desplazamientos a proveedores externos para realizar el mantenimiento y las evaluaciones obligatorias. En algunos casos, los camiones estuvieron fuera de servicio durante más tiempo del deseado, ya que la planificación no siempre coincidía. Una vez más, se unieron las decisiones comerciales y las consideraciones medioambientales y construimos un taller de mantenimiento para poder realizar ese trabajo nosotros mismos. En la actualidad, las instalaciones cuentan con la acreditación IRTE y están equipadas para llevar a cabo todos los procesos necesarios para que los camiones circulen con seguridad, desde las ITV hasta los cambios de pastillas de freno y neumáticos, entre otras cosas. Así, nuestra flota funciona de forma segura y eficiente, pero también se reducen muchos pequeños desplazamientos innecesarios que generan kilómetros y emisiones que se acumulan a lo largo del año.

Beneficios crecientes para el alcance 1

Así que nuestras operaciones utilizan energía solar y controlamos e intentamos mitigar las emisiones de la flota. ¿Y ahora qué? Como parte del proceso de búsqueda y consecución del Certificado de Gestión Energética ISO 50001, analizamos con detenimiento nuestras operaciones para comprobar dónde podríamos ahorrar energía. Esto se ajusta alODS 12: Producción y consumo responsables.

Se desplegaron dispositivos de control de la energía para identificar los puntos conflictivos: ¿había equipos ineficientes en funcionamiento que sería mejor actualizar y sustituir? ¿Había equipos de la planta en funcionamiento pero inactivos durante el día que podrían encenderse o apagarse sin causar interrupciones o retrasos? ¿Se dejaban las baterías cargando más tiempo del necesario para recuperar el 100 % de la carga? En muchos casos, se trataba de cambiar hábitos: apagar las luces cuando la sala estuviera vacía y apagar los ordenadores en lugar de dejarlos en modo de espera. Sí, se mejoró la eficiencia energética de la iluminación, pero todo se basaba en mejoras graduales y en la idea de que todo suma, algo que es cierto.

Compromiso de los empleados

Cambiar los hábitos para obtener ese aumento de los beneficios supone que todos nuestros empleados deben implicarse con nosotros en el tema de la sostenibilidad. Queríamos que nuestros compañeros se sintieran parte del proceso y aceptaran lo que estábamos haciendo.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Pacto Mundial de las Naciones Unidas han resultado un elemento clave para ello. Las actividades de participación de los empleados permiten identificar los temas que nuestros compañeros consideran más urgentes e importantes, no necesariamente en el trabajo, sino para sus familias y su vida en general. En 2023, las tres prioridades principales compartidas eran: Fin de la pobreza (ODS 1), Salud y bienestar (ODS 3) y Acción por el clima (ODS 13). La asignación de estos objetivos a nuestras actuaciones in situ, a los paquetes de salud y bienestar que ofrecemos y a nuestras actuaciones en las comunidades en las que trabajamos nos ayuda a destacar estos beneficios, pero también nos permite centrarnos en las áreas que nuestros compañeros consideran que necesitan más atención, determinando nuestras actuaciones de cara al año que viene.

Si habla con cualquier miembro del equipo de cualquier departamento o cargo, este le hablará sobre las iniciativas de sostenibilidad y de salud y bienestar que llevamos a cabo y le explicará por qué son importantes para él y su familia a nivel personal. Sin el compromiso de nuestros empleados no estaríamos llevando a cabo estos avances.

Trabajar con la cadena de suministro

Alcanzar el objetivo de cero emisiones implica la descarbonización completa de la empresa y de la cadena de suministro. Nuestras actuaciones por sí solas no son suficientes, por lo que hemos trabajado duro para que nuestros proveedores y socios también se comprometan e inicien su recorrido hacia la sostenibilidad. Desde el envío de los informes detallados que necesitamos para poder calcular todas nuestras emisiones, hasta la transición a fuentes de energía renovables y a envases más respetuosos con el medio ambiente.

Podemos hacerlo gracias a la solidez y el carácter duradero de las relaciones que mantenemos con nuestros principales proveedores. Como ocurre en la mayoría de las empresas, las elecciones en términos de sostenibilidad también tienen que entrelazarse con las decisiones comerciales, y nuestra colaboración y comunicación las facilitan. Hemos hecho del compromiso con las operaciones sostenibles y los principios éticos y medioambientales un precursor para trabajar con nosotros; es un recorrido que estamos más que encantados de compartir con nuestros proveedores.

Acción comunitaria y valor social

El valor social pareció convertirse en uno de los términos de moda del sector el año pasado, pero ¿cómo puede cuantificarse? El acceso a educación de calidad es el ODS 4 del Pacto Mundial de las Naciones Unidas: nuestra formación certificada en desarrollo profesional continuo beneficia tanto al personal como a los clientes, y apoyamos a los empleados para que sigan aprendiendo, ya sea mediante formaciones o títulos superiores. También patrocinamos a estudiantes de ingeniería a través del IET Futures Fund, el programa del Instituto de Ingeniería y Tecnología que apoya a los futuros ingenieros en sus estudios de educación superior: quién sabe, alguno de nuestros estudiantes patrocinados podría trabajar para nosotros en el futuro e incluso cambiar el mundo con un descubrimiento revolucionario.

Abordar el ODS 1 (Fin de la pobreza), el ODS 2 (Hambre cero) y los ODS 5 y 10 (Igualdad de género/Reducción de las desigualdades) nos ha llevado a participar en iniciativas comunitarias. Desde grupos deportivos inclusivos y salas sensoriales, hasta la financiación de paquetes de atención para los desplazados por la falta de vivienda o la violencia doméstica, para nosotros el objetivo ha sido habitualmente ayudar a las familias y permitir que los niños prosperen independientemente de sus circunstancias familiares generales.

Siempre se puede hacer más y siempre hay proyectos merecedores de nuestro apoyo y colaboración. Puede que otras empresas adopten un enfoque diferente y den prioridad a otros ángulos, eso también es bueno. El valor social consiste en llevar a cabo actuaciones que aporten más de lo que devuelvan: si todos adoptáramos esta actitud, la diferencia sería enorme.

El círculo se cierra

El objetivo de producción y consumo responsables (ODS 12) también incluye tener en cuenta lo que ocurre al final de la vida útil del producto y con los residuos generados por las actividades empresariales. Por ello, construimos una planta de reciclaje de cables in situ para todos aquellos materiales, como el cobre, el aluminio, el acero, la madera, los plásticos o el cartón, que deben desecharse. Desde trituradoras y achicadoras para gestionar los residuos de madera, plástico y cartón, hasta equipos de última generación que pelan o astillan los cables, separando cada capa de material, ahora realizamos operaciones de vertido cero de residuos y procesamos más del 99 % de cualquier cable eléctrico. El año pasado procesamos más de 1000 toneladas de residuos de cables y enviamos los metales a fundiciones locales y los materiales de revestimiento y aislamiento de plástico a instalaciones cercanas para su reutilización.

No se trata solo de nuestros propios residuos operativos, esto también beneficia a los clientes, ya que el cable sobrante de las instalaciones ya no tiene que almacenarse de forma segura in situ, sino que nuestro equipo lo recoge (a menudo como parte de una entrega posterior) y lo procesa de nuevo, entrando así en lo que se denomina economía circular. Esto supone el cumplimiento de la normativa sobre eliminación de residuos eléctricos y una cosa menos en la que pensar para el proyecto.

El futuro: para nosotros y para la industria

El aumento en las normativas y legislaciones sitúa la sostenibilidad en el punto de mira. La próxima Directiva sobre responsabilidad social de las empresas va a exigir a las empresas que analicen en profundidad sus actuaciones de sostenibilidad y las de su cadena de suministro. En el caso de las empresas que ya hayan avanzado en su trayectoria en materia de criterios ESG, les ayudará a seguir adelante, destacando las actuaciones realizadas ante sus clientes, así como las ventajas de trabajar con ellas. Para otras, puede resultar más costoso y llevar más tiempo, pero se trata de establecer puntos de referencia en el sector y, poco a poco, arrastrar a todo el mundo al mismo nivel de concienciación sobre la importancia de la acción por el clima y las medidas de sostenibilidad.

Nuestro informe de sostenibilidad de diciembre de 2023 (la última edición) pone de relieve los importantes avances que hemos realizado en la consecución de nuestros objetivos de sostenibilidad, pero no solo queremos cumplirlos, sino superarlos, estableciendo un punto de referencia para el sector del cable en general. También queremos comprometernos con los clientes para contribuir a que alcancen sus propios objetivos: parte del atractivo de nuestro «servicio a medida a escala mundial» es que podemos adaptarnos y trabajar en colaboración con los clientes para satisfacer sus necesidades.

¿Cuál es la conclusión? Que hay un camino claro para conseguir operaciones más sostenibles si se decide seguirlo y que los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Pacto Mundial de las Naciones Unidas son la referencia, el ejemplo a seguir por todos. La forma de interpretar estos objetivos para su empresa depende de usted, pero el mensaje de fondo resulta claro: solo trabajando juntos podremos construir un futuro más ecológico y sostenible.