¿Estan los robots programados para despedirnos?
La BBC ha destacado un estudio realizado por PwC, una empresa de consultoría, que afirma que casi un tercio de los puestos de trabajo del Reino Unido podría estar bajo la amenaza de la robótica y la inteligencia artificial en 2030. Es un dato que asusta (hasta a un proveedor de cables de automatización y control de procesos) pero la evolución de las máquinas continúa a tal ritmo que la mano de obra tradicional se transformará inevitablemente.
El informe sugiere que los trabajos de manufacturación y venta al por menor son los que se encuentran en peor situación, cosa que no sorprende. Las compras online representan actualmente el 16.8% del comercio según la Oficina Nacional de Estadísticas, y estamos observando actualmente más intercambios sin contacto humano como por ejemplo las entregas a domicilio con drones o los asistentes inteligentes como Alexa de Amazon o Google Home. Asimismo, las líneas de manufacturación ya están altamente automatizadas en muchos campos, eliminando así el riesgo del error humano y proporcionando la repetición de determinada acción constantemente.
Afecta casi cada uno de los aspectos de nuestra vida: la industria del ferrocarril ya lo ha notado, con huelgas por parte de los miembros del sindicato de Southern Rail protestando por la introducción de trenes sin guardias. Y es que ¿quién necesitará un conductor de taxi cuando existen coches autónomos con navegación y sin conductor como los que están probando Tesla, Google and Uber?
Aunque no está todo perdido, con sugerencias de que la robotización ayudará a crear mano de obra más cualificada, liberándola al mismo tiempo de trabajos cotidianos repetitivos. Determinados sectores conservaran su interacción humana: salud y educación son dos ejemplos, aunque ambos se beneficiaran de las tecnologías más avanzadas para obtener diagnósticos y compromiso respectivamente.
Se mire como se mire, en este mundo cambiando constantemente la presencia de los robots va en aumento.