Directiva de baja tensión para cables eléctricos

La directiva de baja tensión 2014/35/UE es una legislación de la Unión Europea que aborda los requisitos de seguridad de los cables eléctricos fabricados conforme a las normas armonizadas europeas para cables con una tensión nominal de 50 V a 1000 V para corriente alterna (CA) y de 75 V a 1500 V para corriente continua (CC). La directiva de baja tensión 2014/35/UE sustituye a la 2006/95/UE y su cumplimiento es obligatorio desde abril de 2016. Los requisitos, revisados de acuerdo con el reglamento sobre equipos eléctricos (seguridad) de 2016 que amplió su ámbito de aplicación a toda la cadena de suministro, afectan a fabricantes, importadores, distribuidores y mayoristas. Además, repercute en otras leyes como la directiva de RPC de julio de 2017.

Los requisitos de conformidad con la directiva de baja tensión incluyen el sello CE, que indica que el cable cumple todos los requisitos legales, sanitarios y de seguridad pertinentes. Entre ellos se encuentra la directiva RoHS, que limita los niveles de sustancias peligrosas en los cables, algo que The Cable Lab® garantiza gracias a las pruebas realizadas bajo ISO17025. Además, los cables deben llevar la marca del fabricante en su revestimiento para facilitar la trazabilidad de la cadena de suministro y a través el embalaje del producto.

La Directiva de Baja Tension

La directiva de baja tensión requiere de una documentación técnica extensa que confirma que el cable es adecuado para su venta en el mercado europeo. Esto incluye una declaración de conformidad CE que se conserva en los archivos de los fabricantes y de nuestro equipo técnico.

No es necesario completar ningún proceso formal de evaluación sobre la conformidad con la directiva de baja tensión antes de que los cables estén disponibles para la venta, pero las autoridades nacionales tienen la tarea de garantizar el cumplimiento normativo y evitar que los cables que no lo hagan y los falsificados se incorporen a la cadena de suministro.