Prueba de estabilidad térmica de cables

Todos las pruebas se realizan al menos 16 horas después de la extrusión de los compuestos aislantes o de revestimiento conforme a la norma internacional IEC 60811-1-2. La metodología de la prueba requiere tubos de ensayo de vidrio de 110 mm de longitud, con un diámetro exterior de aproximadamente 5 mm y un diámetro interior de (4,0±0,5) mm, papel indicador universal (rango de pH de 1 a 10) y un calefactor controlado por un termostato a la temperatura especificada en la norma del tipo de cable que se prueba. La temperatura se controla calentando un bloque de aluminio sólido con un controlador digital de temperatura que mantiene un calor uniforme y constante durante la prueba.

Se tomarán tres muestras, cada una de (50±5) mg, del revestimiento o del aislamiento del núcleo que se va a probar. Cada muestra consta de dos o tres pequeñas tiras de entre 20-30 mm. Estas muestras se colocan en un tubo de vidrio junto con una tira seca de papel indicador con un tamaño aproximado de 15 mm de largo por 3 mm de ancho. El papel de pH debe sobresalir unos 5 mm por la parte superior del tubo. A continuación, se colocan las muestras en el calefactor a la temperatura especificada y se calientan durante el tiempo determinado.

La prueba de estabilidad térmica mide el tiempo que tarda el papel indicador en cambiar de color de un valor de pH de 5 a un valor entre 2 y 3,  o el tiempo en el que no cambia el color de pH, lo que ocurra primero. El plazo para que se produzca el cambio de color cumple cuando aparezca el color rojo en el papel indicador, sucede cuando alcanza un valor de pH 3. Cuando esté a punto de acabar el plazo estimado de la prueba,  el papel de pH se reemplaza cada 5 min a 10 min con el fin de que el cambio de color se vea mejor.

Para que un cable supere la prueba de estabilidad térmica, el valor promedio de las tres muestras no debe ser menor que el valor especificado en la norma para ese tipo de cable.