Prueba de resistencia al agua: propiedades mecánicas del revestimiento tras inmersión en agua

Las pruebas de resistencia al agua determinan si el material de un cable es adecuado para su inmersión permanente en agua. Se puede describir también como una prueba que evalúa las propiedades mecánicas del revestimiento de un cable tras su inmersión en agua. La norma europea BS EN 60811-501 establece un baño de agua caliente y una máquina de prueba de tracción para ejecutar la prueba.

La metodología de la prueba de resistencia al agua estipula que se utilicen cuatro juegos de tres muestras cada uno, en forma de pesa, del revestimiento del cable a evaluar. Deben acondicionarse a una temperatura de (20±2) ºC y a una humedad relativa del (50±5)% durante siete días .

Una vez acondicionado, se pesa un conjunto, se registra con una precisión de 0,1 mg y se sumerge en agua potable a (50±2) ºC durante 100 días. Después de retirarlas del baño de agua potable, se quita el agua de la superficie y las muestras se dejan a una temperatura de (20±5) ºC y una humedad relativa de (50±5)%  durante 16 horas más. A continuación, se vuelven a pesar las muestras y se vuelve a calcular su peso con una precisión de 0,1 mg.

El aumento de masa después de la inmersión no debe superar el  40% de la masa de la muestra antes de la inmersión.

Los tres conjuntos restantes de muestras se utilizan para calcular la tensión y la elongación al romperse el cable:

i) Sin inmersión

ii) Después de la inmersión en agua potable a (50±2) ºC durante 28 días

iii) Después de la inmersión en agua potable a (50±2) ºC durante 100 días

Se calculan la tracción y elongación a la rotura, y la variación entre 28 días de inmersión y 100 días de inmersión. Los resultados de estas prueban deben superar o ser iguales a los valores dados en la siguiente tabla.