Prueba de resistencia al desgaste de cables

La prueba de resistencia al desgaste se realiza con muestras de tres juegos de pares de cables flexibles, cada muestra tiene una longitud de cerca de un metro. En cada par, una muestra se enrolla casi dos veces en un carrete fijo con un diámetro de 40 mm. La distancia entre las pestañas del carrete hace que las cables estén en estrecho contacto entre sí. Una de las muestras se fija de forma segura para evitar cualquier movimiento con respecto al carrete. La otra muestra se coloca en la hendidura formada por las vueltas de cable, en uno de cuyos extremos se sitúa un peso de 500 g. La otra punta del cable se puede mover hacia arriba y hacia abajo en una distancia de 0,10 m, a una velocidad de unos 40 golpes individuales por minuto durante un ciclo completo de 20.000 golpes.

Una vez finalizada la prueba, el aislamiento de la muestra fija no se podrá ver en una longitud de más de 10 mm. A continuación, la muestra fija se somete a un ensayo adicional de resistencia a la tensión de 2,5 kV conforme a la cláusula 2.2 de IEC 60245-2, aplicada entre los conductores y el agua en la que se sumerge el cable para comprobar que sigue proporcionando la continuidad eléctrica y que ofrece las prestaciones requeridas.